* * *
jueves, 31 de diciembre de 2015
martes, 3 de noviembre de 2015
Hace frío para dormir solo
Era de noche, la luna llena estaba en
lo alto del cielo. Me había despertado por algún ruido de la calle. Tras
cerciorarme que estaba ahí fuera todo tranquilo al mirar por la ventana, me
volví a acostar.
Hacía más frío que de costumbre en esta
época del año, así que me arropé hasta el cuello. Enseguida me dormí. El
cansancio acumulado de días atrás pudo conmigo.
viernes, 25 de septiembre de 2015
Dejando mi huella
La inmortalidad del ser humano es, de momento, imposible. Sólo la Historia recuerda a los grandes hombres y mujeres de distintas épocas, destacando por sus proezas y marcando puntos de inflexión en la cronología de nuestro mundo. No obstante, todos tienen su pequeño hueco en la Historia; aunque sus acciones hayan sido inapreciables para la mayoría.
Realmente, y por mucho que nos pese, sólo un grupo de personas importantes permanecen imborrables en la memoria colectiva de los hombres. Los demás nos desvaneceremos, perdidos a través del tiempo.
Sin embargo, con sólo una acción, puedo dejar una huella en ella. Grabada en su corazón, para siempre en su memoria. Con ello me basta.
Su mundo da un vuelco cada vez que hago acto de presencia. Es de tal magnitud mi marca, que en ocasiones me preocupa que pueda llegar a ser demasiado profunda y consecuentemente dolorosa en ocasiones. Por fortuna, los hechos acaecidos hasta el momento refutan mis temores.
Una afectuosa huella imborrable le he dejado en su interior.
Ojalá mi recuerdo nunca desaparezca de su ser.
Realmente, y por mucho que nos pese, sólo un grupo de personas importantes permanecen imborrables en la memoria colectiva de los hombres. Los demás nos desvaneceremos, perdidos a través del tiempo.
Sin embargo, con sólo una acción, puedo dejar una huella en ella. Grabada en su corazón, para siempre en su memoria. Con ello me basta.
Su mundo da un vuelco cada vez que hago acto de presencia. Es de tal magnitud mi marca, que en ocasiones me preocupa que pueda llegar a ser demasiado profunda y consecuentemente dolorosa en ocasiones. Por fortuna, los hechos acaecidos hasta el momento refutan mis temores.
Una afectuosa huella imborrable le he dejado en su interior.
Ojalá mi recuerdo nunca desaparezca de su ser.
lunes, 27 de abril de 2015
Los últimos de su especie
El viento mecía las ramas de los árboles a mi alrededor. Traía consigo el olor a humedad. Pronto empezaría a llover. Las grises nubes cubrieron el azul del cielo; mientras, el sol se estaba ocultando por el horizonte. Debía avisar al resto de la manada para resguardarnos de la tormenta que se avecinaba.
Mientras corría por la espesura del bosque, me crucé con Grey-Tail, estaba nervioso al lado de un árbol medio caído. Al parecer había olido el rastro de algún animal.
Mientras corría por la espesura del bosque, me crucé con Grey-Tail, estaba nervioso al lado de un árbol medio caído. Al parecer había olido el rastro de algún animal.
—¿Qué
haces aquí, hermanito? —me preguntó al verme.
—Hay
que avisar al resto —contesté—. Se avecina una tormenta.
—Ya
lo sé, Black-Shadow—replicó. Apuntó con el hocico al tronco—. Pero me entretuve
con una rata. Se ha metido dentro del tronco y no consigo sacarla.
—Déjala
ahí. Debemos guarecernos enseguida.
—De
acuerdo —refunfuñó.
Corrimos
a través de los árboles y matorrales. Nos encontramos a nuestra hermana
pequeña, White-Paws, y a Madre por el camino. Ya habían alertado a la manada de
la tormenta y se habían dirigido a Las Ruinas.
sábado, 31 de enero de 2015
Levántate y continúa
Te caerás. Lo sé, y tú también lo sabes.
Una vez que estés en el frío y duro suelo, te
preguntarás si serás capaz de volver a ponerte en pie.
Sólo tú conoces esa respuesta. Pero ambos
sabemos lo que pasará. ¿No es cierto?
En efecto, te levantarás y continuarás a
pesar de ese traspié.
Pues ello no debe detenerte en tu empeño de
continuar hacia adelante. Aún queda mucho camino por recorrer.
¿Hacia dónde te diriges? ¿Sigues el rastro de
alguien? ¿Pretendes ir en su busca?
Ya veo. No me equivocaba contigo. Eres un
animal. Igual que yo. Un depredador que no cesará en su empeño de capturar su
ansiada presa.
Espero de veras que triunfes en tu gran
aventura. No lo dudes. Continúa y no mires atrás.
No, espera. Sí debes mirar atrás. Tienes que
ver los caminos que has elegido. Ver en qué intersección giraste a este u
oeste, a izquierda o derecha. Ver qué giro tomaste y qué dirección elegiste.
Tienes que saber dónde tropezaste. Dónde te caíste y volviste a levantarte.
Te caíste. Lo vi, y tú también. Tendida en el
suelo estabas, mas te arrodillaste y erguiste de nuevo.
En ese instante, la presa que seguías
consiguió eludirte. Era astuta. ¿Quién se lo iba a imaginar? Sin embargo, no
cabe duda alguna de que tú la alcanzarías al final.
Sé lo que estarás pensando. Que yo sí que
sabía lo que iba a pasar. Te equivocas en parte. Yo suponía lo que pasaría,
pues he vivido una situación similar. Y, en ocasiones, continúo repitiéndola.
Pero, ¿me detengo? No, no lo hago. Y, tú tampoco deberías.
Vamos, no pares ahora. El camino es largo y
duro. Te tropezarás más de una vez. Te caerás, Mas volverás a ponerte en pie y
proseguirás la marcha.
Las puertas se irán cerrando tras haberlas
pasado. No obstante, podrás ver a través de las ventanas qué ruta tomaste. Si
acertaste en tu decisión es algo que el tiempo dirá. Aunque conociéndote, diría
que vas por el camino.
El camino será largo y lleno de obstáculos.
Te caerás. Pero no lo harás sola. Ahora ya tienes a alguien que te ayudará a
levantarte para poder reanudar la marcha.
Éramos unos lobos solitarios que se cruzaron
en un oscuro bosque mientras buscábamos a nuestras presas. Parece que lo que
nos encontramos no era lo que se esperábamos. ¿O sí?
Ahora somos dos lobos corriendo a través de
los campos y los bosques. Cayendo en innumerables agujeros y trampas. Y, pese a
que caigamos, nos levantaremos; pues, hay que continuar. Vamos siguiendo las
huellas de nuestra meta final.
Aunque te caigas, levántate y continúa. Sigue
hacia delante.
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