domingo, 18 de septiembre de 2016

Resultado final: Negativo



       La guerra había reducido a la población a casi un tercio. Aun así, las pocas ciudades que quedaban no podían albergar ni mantener a los supervivientes. Algunos se aventuraron a las “zonas prohibidas”, exponiéndose irremediablemente a la fatal contaminación y radiación.
La única solución factible era el éxodo planetario. Desgraciadamente, el planeta más próximo no era apto para la vida y terraformarlo duraría demasiado. Se rechazó esa idea, en primera instancia. Por lo tanto, el Consejo Supremo vio como alternativa el viaje interestelar. Aun conociendo la existencia de sistemas planetarios extrasolares, se desconocían muchos datos de ellos.
        No obstante, había un sistema a unos cinco años luz de distancia. Tenía una estrella similar a la suya y, si los cálculos nos les fallaban, había al menos ocho planetas de tamaño medio a grande, y otros planetas enanos. El Alto Comisionado Científico concluyó que había que mandar una sonda para investigar y, según los datos que les mandaran, enviar una expedición tripulada. Después, las dos o tres generaciones siguientes trabajarían y se sacrificarían por el futuro de su propia especie.

         Tras una larga espera, llegó un primer informe de la sonda a los ordenadores del Comisionado, en el cual se leía:
Resultado positivo:
-    Dos planetas medianos (P1 y P2) en zona de habitabilidad solar.
-    P1: más cercano al sol, presenta atmósfera, posiblemente habitable.

         Los científicos, ahora animados, dirigieron la sonda al planeta candidato «P1». Los ordenadores mostraron nueva información:
Tamaño: 0,01% < origen.
Superficie: 29% tierra y 71% agua.

*¿Proceder con análisis en superficie?
           
         El Comisionado ordenó a la sonda continuar. Ésta entró en órbita geosincrónica y se preparó para continuar con el estudio. Expulsó la cápsula de investigación que, tras activarse los retropropulsores, atravesó silbando la atmósfera al mismo tiempo que frenaba para posarse suavemente sobre la superficie.
         A continuación, elevó una antena y lanzó una señal al receptor orbital, que servía de enlace transmisor con el planeta base.
         El programa seguía su curso. La cápsula comenzó a enviar los primeros análisis:
Gravedad: 0,0053% < origen.
Presión atmosférica: 0,0017 < origen.
Temperatura: 0,2% > origen.
Composición atmosférica:
-          Nitrógeno: 780,840 partes por millón por volumen.
-          Oxígeno: 209,460 ppmv.
-          Dióxido de carbono: 352 ppmv.
-          Vapor de agua: 13,5 ppmv.
-          Argón: 9,34 ppmv.
(...)
         El primer análisis era optimista: ese ambiente parecía adecuado para la subsistencia.
        Pero, justo antes de que se organizara una primera expedición, los ordenadores recibieron más datos:
-          Monóxido de carbono: 427 ppmv.
-          Neón: 18,19 ppmv.
-          Helio: 5,26 ppmv.
-          Metano: 2,07 ppmv.
-          Kriptón: 3,09 ppmv.
-          Etileno: 1,96 ppmv.
-          Óxidos de nitrógeno nítrico: 35ppmv.
-          Sulfuro de hidrógeno:  19 ppmv.
-          Dióxido de azufre: 12 ppmv.
-          Ozono: 0,087 ppmv.
-          Partículas en suspensión no identificadas
(...)

         Resignado, el Comisonado consideró que era imposible el desarrollo de cualquier forma de vida con esa atmósfera tan tóxica. Por lo cual, el Consejo Supremo estableció que se desviasen todos los recursos disponibles a la terraformación de su planeta vecino. No quedaba más remedio.
        La cápsula terminó sus análisis finales y comenzó a elevarse por el aire. El ruido del despegue quedó ahogado por los motores de los vehículos de la carretera interestatal, la cual rodeaba la zona industrial de un país desarrollado del planeta Tierra. Además, gracias a su reducido tamaño, similar al de un balón de fútbol, pasó desapercibida para los radares terrestres.
Mientras, los científicos alienígenas observaron consternados la última señal recibida en los ordenadores:
Informe sobre el desarrollo de la vida en el planeta P1:
-          Resultado final: Negativo.


Nota: Este texto resultó ganador en el “I Concurso del Centro Juvenil El Sitio de mi Recreo de relato corto sobre ciencia ficción”.

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